La nueva formación del grupo de Rodrigo Martin es un dream team de los '90.
A la pregunta: "¿Qué dejó el Nuevo Rock Argentino de los '90?", Rodrigo Martín responde: "Esta mesa". En una cantina de Almagro, Rodrigo Martín (42) repasa la nueva reencarnación de Juana La Loca, con ex integrantes de Peligrosos Gorriones, Suárez y Demonios de Tasmania. Un dream team noventoso (¡falta alguien de Los Brujos nomás!), después de tantas idas y venidas. "Sabemos quiénes somos, cómo somos y lo que hacemos. Existe una química que precede a la formación de la banda. Nos conocemos hace 15 años, pero nunca habíamos tocado juntos". La alineación debuta el mes que viene en Niceto y preparan un disco que se va a llamar...Juana La Loca. "Va a ser una vuelta a las raíces, pero no en el sentido nostálgico. Prefiero todo el tiempo reinventarme a reiterarme", esgrime Martín.
Rebobinando. Juana La Loca se formó en 1988 y se autoproclamó "el primer grupo sónico de la Argentina". Daniel Melero los fichó, los produjo y hasta remixó (Autoejecución). Telonearon a Soda, Oasis y Depeche Mode (tres referentes obligados) y tuvieron su apogeo en los '90, con una trilogía de discos -Electronauta, Revolución y Vida Modelo- que los convirtió en embajadores del brit-pop local. "Pensábamos que era mucho más interesante grabar el sonido de una guitarra estallándose contra la pared que un piano tipo Phil Collins", recuerda Martín. "Y lo sigo sosteniendo". La banda perdió la brújula entre eternos cambios de formación y los excesos de su cantante, el proyecto se sostuvo con la incorporación del ex Brujo Gabriel Guerrisi, la edición de varios EPs sueltos, y las publicidades de aspirinas. En 2005, Casablanca volvió a ponerlos en el mapa, con el hit Dame Pasión.
-¿Cómo explicás tantos cambios de formación?
- Responden a la química y al exceso de sinceridad. La durabilidad de los grupos humanos, no solamente en las bandas, es muy difícil de sobrellevar, porque los objetivos y los intereses generales siempre cambian.
-¿Te sentís un sobreviviente de los '90?
-Más que sobreviviente, me considero consecuente. Siempre he sido consecuente con lo que pensaba. Sobrevive aquel que de alguna manera logra escapar, mientras que el consecuente se queda en el lugar haciendo lo que cree que es correcto.
El último trabajo de la banda se llama Instinto (homónimo del segundo de Los Cafres) y salió en diciembre. "Lo compuse y lo grabé todo en el fondo de mi casa, en Lomas de Zamora, con mis perros. Atrás de la casa tenía un pequeño estudio, donde los vecinos no estaban muy conformes y tiraban ladrillos contra el techo de chapa. Algunos ruidos los grabé y los incluí".
Reclutando a viejos amigos, Martín busca reivindicarse y sentar cabeza con el nuevo disco: "Estamos experimentando con sonidos. Tiene elementos bailables, de los 80'. Pero todo más humano, bien Blondie. Mucha gente está ávida de buenos estribillos y de buenas guitarras. Hoy el rock está anoréxico de canciones. Hay otros tipos de música, como la cumbia y el reggaetón, que le ganan terreno. A mí no me representan esas letras ni esa música De chico, iba a un boliche y podía ver a Soda, a Virus, a Sumo.... El rock está en retroceso y necesita recuperar su lugar".
Por: Nicolás Igarzábal
Especial para el Suplemento Sí!
A la pregunta: "¿Qué dejó el Nuevo Rock Argentino de los '90?", Rodrigo Martín responde: "Esta mesa". En una cantina de Almagro, Rodrigo Martín (42) repasa la nueva reencarnación de Juana La Loca, con ex integrantes de Peligrosos Gorriones, Suárez y Demonios de Tasmania. Un dream team noventoso (¡falta alguien de Los Brujos nomás!), después de tantas idas y venidas. "Sabemos quiénes somos, cómo somos y lo que hacemos. Existe una química que precede a la formación de la banda. Nos conocemos hace 15 años, pero nunca habíamos tocado juntos". La alineación debuta el mes que viene en Niceto y preparan un disco que se va a llamar...Juana La Loca. "Va a ser una vuelta a las raíces, pero no en el sentido nostálgico. Prefiero todo el tiempo reinventarme a reiterarme", esgrime Martín.
Rebobinando. Juana La Loca se formó en 1988 y se autoproclamó "el primer grupo sónico de la Argentina". Daniel Melero los fichó, los produjo y hasta remixó (Autoejecución). Telonearon a Soda, Oasis y Depeche Mode (tres referentes obligados) y tuvieron su apogeo en los '90, con una trilogía de discos -Electronauta, Revolución y Vida Modelo- que los convirtió en embajadores del brit-pop local. "Pensábamos que era mucho más interesante grabar el sonido de una guitarra estallándose contra la pared que un piano tipo Phil Collins", recuerda Martín. "Y lo sigo sosteniendo". La banda perdió la brújula entre eternos cambios de formación y los excesos de su cantante, el proyecto se sostuvo con la incorporación del ex Brujo Gabriel Guerrisi, la edición de varios EPs sueltos, y las publicidades de aspirinas. En 2005, Casablanca volvió a ponerlos en el mapa, con el hit Dame Pasión.
-¿Cómo explicás tantos cambios de formación?
- Responden a la química y al exceso de sinceridad. La durabilidad de los grupos humanos, no solamente en las bandas, es muy difícil de sobrellevar, porque los objetivos y los intereses generales siempre cambian.
-¿Te sentís un sobreviviente de los '90?
-Más que sobreviviente, me considero consecuente. Siempre he sido consecuente con lo que pensaba. Sobrevive aquel que de alguna manera logra escapar, mientras que el consecuente se queda en el lugar haciendo lo que cree que es correcto.
El último trabajo de la banda se llama Instinto (homónimo del segundo de Los Cafres) y salió en diciembre. "Lo compuse y lo grabé todo en el fondo de mi casa, en Lomas de Zamora, con mis perros. Atrás de la casa tenía un pequeño estudio, donde los vecinos no estaban muy conformes y tiraban ladrillos contra el techo de chapa. Algunos ruidos los grabé y los incluí".
Reclutando a viejos amigos, Martín busca reivindicarse y sentar cabeza con el nuevo disco: "Estamos experimentando con sonidos. Tiene elementos bailables, de los 80'. Pero todo más humano, bien Blondie. Mucha gente está ávida de buenos estribillos y de buenas guitarras. Hoy el rock está anoréxico de canciones. Hay otros tipos de música, como la cumbia y el reggaetón, que le ganan terreno. A mí no me representan esas letras ni esa música De chico, iba a un boliche y podía ver a Soda, a Virus, a Sumo.... El rock está en retroceso y necesita recuperar su lugar".
Por: Nicolás Igarzábal
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