La banda clave del rock platense en los ´90 se pliega a la ola de regresos. Después de diez años, inauguran el festival In-Edit. ¿Y después? Veremos.
"Hagamos otra foto que salí con cara de vieja", le dice Francisco Bochatón a Guillermo Coda, mientras intentan por enésima vez eternizar su suspensión a metro y medio del suelo. Nadie creería que estos dos tipos que se divierten como si tuvieran 20 años hayan pasado una década sin tener ningún contacto entre ellos. Bochatón (voz, bajo, letras) y Coda (guitarra) son el 50% de Peligrosos Gorriones (la otra mitad: Rodrigo Rocky Velázquez en batería y Martín Cuervo Karakachoff en teclados) quienes después de diez años se reúnen.
Rewind, 1993. Cuatro chicos de La Plata editaban su primer disco con producción de Zeta Bosio y, con video de alta rotación en MTV incluido, superaría las 20 mil copias en tiempos pre MP3. Coronarían ese año siendo elegidos como Revelación en la encuesta anual del Sí!. De esa manera, los Peligrosos Gorriones quedarían englobados en la escena del Nuevo Rock Argentino, cartel que compartían con Babasónicos, Los Brujos, IKVy Massacre, entre otros. "Un buen título para ponerle a todos, pero cada banda tenía su estilo" dice Bochatón. ¿Se reúnen, entonces?
Bochatón: -Vamos a tocar después de diez años (el próximo jueves, en El Teatro de Colegiales). Esa es una realidad. A mí me emociona.
Rewind, 1999. Peligrosos Gorriones hace su último show en un shopping de Haedo, después de girar por todo el país, compartir escenarios con grandes bandas y dejar toda su obra plasmada en tres discos que contienen varias claves fundamentales para entender el rock argentino de los '90. "Fueron ocho años de tocar y de giras y de grabar discos. Y sin nadie que nos cuidara", dice Bochatón. En los ensayos ni se miraban a la cara. Ya estaban cansados. Stop.
La década siguiente, Bochatón sacó varios discos que lo afianzaron como cantautor indie y los otros músicos también armaron sus propios proyectos musicales. Mientras, el mito gorrión se acrecentaba: muchas nuevas bandas los citaban como influencia, se gestaba una gran movida musical en La Plata y ellos, aunque reconocen que tuvieron ofertas para juntarse, siguieron sin dar señales de vida. Hasta ahora.
Fast Forward. Marzo 2009. La cita fue en la casa del baterista, en una reunión con hijos incluidos para escuchar y editar viejas grabaciones de la banda. Dice Coda: "La excusa de las cintas nos vino bien para tener un punto de partida para juntarnos y vernos. Eso fue medio astral, cinco años atrás no se hubiese dado". El segundo paso sería unos meses después, cuando coincidieron en un show en La Plata: Bochatón con las bandas de Coda (Miles), Rocky (Pájaros) y el Cuervo (Bazaar). Allí los cuatro volverían a ser Peligrosos Gorriones por un rato. El encuentro se repetiría en Niceto el 29 de octubre pasado.
Lejos de los regresos premeditados, los Gorriones insisten en que el único objetivo es pasarla bien y durante la entrevista darán pistas varias de la espontaneidad de esta vuelta. ¿Ejemplo? Todavía no se juntaron a ensayar (no lo hacen ¡desde 1999!) y el manager intercambia teléfonos con Coda, como si recién se conocieran.
-¿Qué slogan elegirían para su vuelta?
Coda: -Uy, qué difícil... no sé. "que fluya". Pero queda muy místico.
Bochatón: -"Amor y odio". Se me escapó decir eso cuando se abrió el telón en Niceto.
-¿Se imaginan haciendo un disco nuevo?
Bochatón: -Yo tengo la intriga de cómo sería un disco nuevo. Y tal vez lo hagamos, tal vez no. No estoy histeriqueando, no lo sé.
-¿Qué creen que fue lo que caracterizó a Peligrosos Gorriones?
Bochatón: -Nosotros éramos una acuarela de lo que sentíamos. Para mí, ésa era la debilidad y la virtud de los Gorriones. Coda la pasaba mal y tocaba con cara de culo. Yo me sentía mal y escribía Manicomio gris. Y eso te expone. Pero no quiere decir que "mi casa es una aldea de desprotegidos". Hoy no lo es.
-¿Qué imágenes del pasado rescatan?
Bochatón: -Me acuerdo de un festival en el que tocó Love & Rockets. Después, ser soporte de Divididos en Buenos Aires Vivo ante 90 mil personas. También me acuerdo del show del cumpleaños de La Plata en el que tocaron Soda Stereo, Spinetta, Los Cadillacs... La segunda vez en Obras, en el Festival Nuevo Rock Argentino en el '95: yo no le llegaba a ver la cara a Coda, de tan grande que era el escenario.
-¿Qué sentís al volver a cantar canciones que compusiste a los veinte años?
Bochatón: -Man, son mías. Uno es compositor de una obra que no tiene tiempo. Para mí no envejecieron. (Hace un silencio). Mirá, están sonando los Redondos. ¿Envejeció La bestia pop?
Por: Pablo Rabotnikof, Especial para el Suplemento Sí!
"Hagamos otra foto que salí con cara de vieja", le dice Francisco Bochatón a Guillermo Coda, mientras intentan por enésima vez eternizar su suspensión a metro y medio del suelo. Nadie creería que estos dos tipos que se divierten como si tuvieran 20 años hayan pasado una década sin tener ningún contacto entre ellos. Bochatón (voz, bajo, letras) y Coda (guitarra) son el 50% de Peligrosos Gorriones (la otra mitad: Rodrigo Rocky Velázquez en batería y Martín Cuervo Karakachoff en teclados) quienes después de diez años se reúnen.
Rewind, 1993. Cuatro chicos de La Plata editaban su primer disco con producción de Zeta Bosio y, con video de alta rotación en MTV incluido, superaría las 20 mil copias en tiempos pre MP3. Coronarían ese año siendo elegidos como Revelación en la encuesta anual del Sí!. De esa manera, los Peligrosos Gorriones quedarían englobados en la escena del Nuevo Rock Argentino, cartel que compartían con Babasónicos, Los Brujos, IKVy Massacre, entre otros. "Un buen título para ponerle a todos, pero cada banda tenía su estilo" dice Bochatón. ¿Se reúnen, entonces?
Bochatón: -Vamos a tocar después de diez años (el próximo jueves, en El Teatro de Colegiales). Esa es una realidad. A mí me emociona.
Rewind, 1999. Peligrosos Gorriones hace su último show en un shopping de Haedo, después de girar por todo el país, compartir escenarios con grandes bandas y dejar toda su obra plasmada en tres discos que contienen varias claves fundamentales para entender el rock argentino de los '90. "Fueron ocho años de tocar y de giras y de grabar discos. Y sin nadie que nos cuidara", dice Bochatón. En los ensayos ni se miraban a la cara. Ya estaban cansados. Stop.
La década siguiente, Bochatón sacó varios discos que lo afianzaron como cantautor indie y los otros músicos también armaron sus propios proyectos musicales. Mientras, el mito gorrión se acrecentaba: muchas nuevas bandas los citaban como influencia, se gestaba una gran movida musical en La Plata y ellos, aunque reconocen que tuvieron ofertas para juntarse, siguieron sin dar señales de vida. Hasta ahora.
Fast Forward. Marzo 2009. La cita fue en la casa del baterista, en una reunión con hijos incluidos para escuchar y editar viejas grabaciones de la banda. Dice Coda: "La excusa de las cintas nos vino bien para tener un punto de partida para juntarnos y vernos. Eso fue medio astral, cinco años atrás no se hubiese dado". El segundo paso sería unos meses después, cuando coincidieron en un show en La Plata: Bochatón con las bandas de Coda (Miles), Rocky (Pájaros) y el Cuervo (Bazaar). Allí los cuatro volverían a ser Peligrosos Gorriones por un rato. El encuentro se repetiría en Niceto el 29 de octubre pasado.
Lejos de los regresos premeditados, los Gorriones insisten en que el único objetivo es pasarla bien y durante la entrevista darán pistas varias de la espontaneidad de esta vuelta. ¿Ejemplo? Todavía no se juntaron a ensayar (no lo hacen ¡desde 1999!) y el manager intercambia teléfonos con Coda, como si recién se conocieran.
-¿Qué slogan elegirían para su vuelta?
Coda: -Uy, qué difícil... no sé. "que fluya". Pero queda muy místico.
Bochatón: -"Amor y odio". Se me escapó decir eso cuando se abrió el telón en Niceto.
-¿Se imaginan haciendo un disco nuevo?
Bochatón: -Yo tengo la intriga de cómo sería un disco nuevo. Y tal vez lo hagamos, tal vez no. No estoy histeriqueando, no lo sé.
-¿Qué creen que fue lo que caracterizó a Peligrosos Gorriones?
Bochatón: -Nosotros éramos una acuarela de lo que sentíamos. Para mí, ésa era la debilidad y la virtud de los Gorriones. Coda la pasaba mal y tocaba con cara de culo. Yo me sentía mal y escribía Manicomio gris. Y eso te expone. Pero no quiere decir que "mi casa es una aldea de desprotegidos". Hoy no lo es.
-¿Qué imágenes del pasado rescatan?
Bochatón: -Me acuerdo de un festival en el que tocó Love & Rockets. Después, ser soporte de Divididos en Buenos Aires Vivo ante 90 mil personas. También me acuerdo del show del cumpleaños de La Plata en el que tocaron Soda Stereo, Spinetta, Los Cadillacs... La segunda vez en Obras, en el Festival Nuevo Rock Argentino en el '95: yo no le llegaba a ver la cara a Coda, de tan grande que era el escenario.
-¿Qué sentís al volver a cantar canciones que compusiste a los veinte años?
Bochatón: -Man, son mías. Uno es compositor de una obra que no tiene tiempo. Para mí no envejecieron. (Hace un silencio). Mirá, están sonando los Redondos. ¿Envejeció La bestia pop?
Por: Pablo Rabotnikof, Especial para el Suplemento Sí!
3 comentarios:
que sigan volviendo los gorriones! q no paren de volver. q falta nos hacen.
la nota en si me pareciò una mierda, como todas las del Si. rescato alguna q otra frase de Francisco que levanta las preguntas boludas del cronista, como la de la "frase de la vuelta", como buscando un slogan. a lo cadillac (yo te avise), o soda (me verás volver). cuando los gorriones son todo lo contrario a eso, en esencia y desarrollo artístico.
pero siempre viene bien leer al bocha.
mañana todos al teatro!
saludos RS!
sepo
que grande los gorriones! el tiempo no pasó! ojalá que se queden por mucho tiempo. a mí no me pareció tan mala la nota, de hecho me parece que está bastante bien para lo que es el sí.
Me encanta ! Besos
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