domingo, 1 de marzo de 2009

Daniel Melero, el primero y último Babasónico


Filmó un documental sobre el grupo y grabó un disco junto con la banda.

Babasónicos por Melero y Melero por Babasónicos. El orden de los factores esta vez altera el producto, pero nada de eso importa. ¿El resultado? Un documental casero de una gira frenética y un álbum de canciones simples con revestimientos sonoros complejos. Amigos que se eligieron hace tiempo como familia y que se mezclan una y otra vez para poder reconocerse en el otro desde el ámbito que mejor conocen: la música.

El 7 de marzo se podrá ver el primer resultado de esta comunión: Babasónicos x Melero, un psicodélico registro audiovisual de 60 minutos, con imágenes captadas a lo largo de 17 conciertos realizados en 18 días durante una gira por México. Vorágine y frenesí, pero también ensoñación pop. Detrás de cámara, un Daniel Melero engreído y convencido de su multiplicidad. Delante, la banda más sinvergüenza del rock argentino de los últimos años.

"Me preguntaron si podía filmar unas cositas de los shows y les respondí: «Yo no filmo una cosita, yo filmo arte». Y así, medio en chiste, empecé a filmarlos durante la gira con una cámara de lo más hogareña. En cuanto vi las primeras imágenes, sabía que se iba a convertir en una película. No sé bien por qué... por engreimiento, bah."

En mayo del año pasado, Melero se subió a un avión con la banda que conoce desde antes de que fuera una banda ("[Diego] Tuñón tenía 7 años cuando lo conocí, y Adrián [Dárgelos] me paró un día por la calle cuando tenía 15 y yo tenía un grupo que se llamaba Los Encargados") y retrató el paso de Babasónicos por las distintas ciudades de México justo en el momento en que su disco Mucho llegaba a las disquerías.

"Es un grupo que por la tarde toca en un estadio y a la noche en un bolichito, en medio del desierto mexicano -cuenta Melero-. Eso genera un frenesí terrible y, en parte, es lo que traté de mostrar con la película. La vorágine de una banda de rock en la ruta y el estado de ensueño en el que se mantienen los músicos durante una gira en la que no tienen tiempo ni para descansar. Pero siempre con la idea de un show al revés, visto desde el escenario, desde adentr o."

De allí que las canciones de Babasónicos en la película suenen saturadas, desaforadas, saliendo desde el monitoreo mismo del escenario de forma fantasmal para luego mezclarse con sonidos hipnóticos pegados en la posproducción. "Para los fragmentos de los sueños armé unos interludios musicales con canciones mías y con temas de ellos pero totalmente estirados, transformados, como si fueran el recuerdo de ese presente continuo que es vivido durante las giras. Creo que la mejor definición de la película es que es un artefacto psicodélico."

Con la codirección de Agustín Carbonere ("es como si entre los dos hubiésemos dirigido a un camarógrafo loco que fui yo, en México"), Babasónicos x Melero se estrenará en el festival In Edit Cinzano(que se realizará del 6 al 8 de marzo en el Atlas Santa Fe y donde además se proyectarán documentales y películas sobre rock, de Johnny Cash a The Clash y de Beastie Boys a Flaming Lips, entre otros) y posiblemente luego acompañe a la banda durante sus giras por el país y se proyecte en las distintas ciudades del interior.

En banda

La cara b de este documental fuera de registro aún no está terminada, pero seguramente verá la luz antes de fin de año: el nuevo álbum de Melero, con los músicos de Babasónicos como banda y con la producción de Diego Tuñón (tecladista del grupo) y Diego Rodríguez (el hermano menor de Dárgelos, corista y multiinstrumentista de la banda). "Fue algo natural que yo terminara haciendo una película con ellos y que ellos fueran mi banda en mi disco. Entramos en un movimiento centrípeto. Además, grabar un álbum juntos era una cuenta pendiente, porque yo estuve en todas las grabaciones de sus discos, pero no como productor sino como amigo, y si bien Tuñón fue mi tecladista cuando tenía 18 años, nunca habíamos trabajado de esta manera. Si la película es Babasónicos x Melero , el disco tiene mucho de Melero por Babasónicos."

-¿Y a qué suena Melero por Babasónicos?

-Es un disco de canciones que para mí tiene que ver más con Scott Walker o Johnny Cash. Ellos lograron llevarme de vuelta a un estudio de grabación grande, sacarme la idea de trabajar tanto con la computadora y volver a los instrumentos. Pensaba hacer un disco solo con la guitarra, una especie de Robert Johnson, pero con una computadora, pero finalmente fuimos al estudio Circo Beat y nos divertimos mucho.

-¿Hacía mucho que no grababas en un estudio grande?

-Desde el disco Vaquero (2001). Creo que ellos le han puesto un muy buen revestimiento sonoro al disco. Ya está todo grabado y sólo falta mezclar, pero como también estoy produciendo a un grupo que se llama Indica, trataremos de terminarlo el mes próximo.

Melero asegura que desde la época de Los Brujos que no se involucraba tanto como productor con una banda. "Me parece muy excitante el momento en que una banda siente que tiene un secreto, aunque nadie lo haya visto. Es una energía muy nutriente, son momentos impagables. Hacía mucho tiempo que no me ocurría algo similar."

-¿Recordás cuando te diste cuenta de que Babasónicos tenía ese secreto?

-No hubo banda con más secreto que ellos. El grado de consciente engreimiento que tuvieron no se lo vi a nadie. Cuando no tenían banda eran así, sólo hacía falta que la formaran.

Por Sebastián Ramos
De la Redacción de LA NACION
www.lanacion.com.ar

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